Pero incluso así no es el peor rincón de África para ser gay o lesbiana.
Djamil Bangoura, presidente de la asociación senegalesa de defensa de los homosexuales Prudence, no tiene ninguna duda.
Sin embargo, en una controvertida decisión, las autoridades decidieron ponerles en la calle asegurando que no habían cometido ningún delito.
La liberación se produjo en un lugar apartado a cinco kilómetros de la ciudad por temor a la reacción popular.
“Efectivamente, Senegal ha firmado acuerdos internacionales, pero el sistema de Naciones Unidas no ejerce la suficiente presión para que se respeten dichos compromisos”, explica.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/09/planeta_futuro/1465484913_051328.html