Bruselas da un paso adelante para cortar la financiación a las mafias y señores de la guerra que comercian con piedras preciosas, los llamados diamantes de sangre.
«Pese a la retórica de comercio responsable, Europa ha priorizado los beneficios sobre la gente», ha lamentado.
En cualquier caso, por si la nueva ley se demostrara insuficiente para atajar el problema, Bruselas se guarda una nueva batería de medidas.
Esos cuatro minerales se usan para la fabricación de teléfonos móviles, coches o joyas entre otros muchos productos.
El objetivo de la Eurocámara era que el pacto también incluyera el comercio de productos ya elaborados, pero finalmente se ha reducido únicamente a las materias primas.
Fuente: http://elpais.com/economia/2016/06/16/actualidad/1466083036_636391.html