Los Veintiocho acordaron ese freno de emergencia en febrero, con una salvedad: Reino Unido no lo podía activar unilateralmente.
Culpó a Europa del divorcio: Londres se queja de que la UE le impidió crear un freno de emergencia para cortar la inmigración.
Aseguró que la UE y Reino Unido “son vecinos, amigos, aliados” y necesitan estrechar sus futuros lazos en asuntos “comerciales, de cooperación y de seguridad”.
Los Veintisiete dieron ayer una acogida distante a David Cameron en su última noche europea, sin ahorrarse algún gesto de hostilidad.
Quedó claro que Londres se negará a proporcionar eso hasta que Cameron tenga sucesor.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/06/28/actualidad/1467107648_794578.html