Bruselas asegura que este año habrá una leve expansión fiscal, y que la política fiscal volverá a ser neutra en 2017.
El FMI reclama también «un esquema de garantía de depósitos común con un colchón fiscal común» para resolver de una vez los problemas en la banca europea.
Pero las grandes crisis acaban siempre enfangando la arena política: el FMI apunta que los riesgos políticos «crecen acusadamente».
El saneamiento de los balances de la banca «debería acelerarse», dice el Fondo, que subraya los altos niveles de morosidad en varios países.
Frente a los halcones que dominan el debate de la política fiscal en Europa, el Fondo reclama mayor activismo: pide un estímulo centralizado, a través del Plan Juncker o de inversiones públicas patrocinadas por Bruselas.
Fuente: http://elpais.com/economia/2016/06/16/actualidad/1466090854_332451.html