Adentrarse en El motel del voyeur era avanzar por un laberinto de incómodas sorpresas, incluido el papel del autor.
El impacto inicial de El motel del voyeur fue tal que Steven Spielberg compró los derechos para convertirlo en película.
Para verificarlo, Talese le visitó en el motel en las afueras de Denver (Colorado), durante tres días.
Tanto Talese como los editores del libro y la revista The New Yorker, confiaron en una sola fuente de este relato: Foos.
El relato de Talese se basa en un catálogo con anotaciones durante décadas cuya veracidad acaba de ser puesta en duda por el Post.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/01/actualidad/1467337829_047993.html