Uno de esos casos donde la corrupción del Estado de Derecho empieza por el acoso y silencia miento a la prensa, al vigía del poder es el que ofrece al mundo el régimen bolivariano que impera en Venezuela.
Nunca antes ha tenido el poder político que ser tan cuidadoso en su gestión, rendir tantas cuentas y dar tantas explicaciones a la ciudadanía.
Allí donde no hay libertad de prensa se podrá decir que hay democracia formal, pero no existe democracia material, real.
Hoy la principal amenaza contra la democracia es utilizarla contra sus propios ciudadanos al privarles de libertad de expresión.
Caño y El País son sinónimo de periodismo comprometido y, acudiendo a la imagen creada por la Corte Europea de Derechos Humanos, de un periodismo vigilante del poder.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/30/actualidad/1467314301_207375.html