Lo sabe bien Stanley Orn, un joven de 20 años que juega a fútbol, como amateur, en el Breidablik.
Bjorgum coincide con Alexandra en el secreto del éxito de la selección de fútbol: «Han jugado todos a una, con espíritu de equipo».
«Antes de construirse campos cubiertos, los chicos solo podían practicar fútbol tres o cuatro meses al año» por el clima, dice Bjorgum.
Los aficionados cantaron, quizá por última vez pero a pleno pulmón, Áfram Ísland («Vamos Islandia»).
El ritual, repetido a lo largo de esta Eurocopa, acaba con un aplauso descomunal a los jugadores, cuyo éxito en el torneo ha desatado el orgullo vikingo y ha hecho renacer la pasión por el fútbol en la isla de los mil volcanes.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/07/05/actualidad/1467702282_739934.html