Y después el maravilloso David Simon, arquitecto de The Wire, ha seguido contando su visión de las personas y las cosas.
Pero alguno de ellos, en un exceso de honradez, ha declarado que, por el bien de The Wire, esta podía haberse acabado antes.
Pero The Wire es Shakespeare, es insuperable.
Pero luego me informan los sagaces editorialistas de que gracias a este hombre han sido posibles las mejores series.
Sabe Dios cuáles son pruebas concluyentes e irrefutables de este mecenas de las series para asegurar esto.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/07/01/babelia/1467375859_044780.html