Los Cavaliers alcanzaron el último cuarto con 20 puntos de ventaja (89-69).
Los Cavaliers jugaron el partido que soñaban y necesitaban (120-90) para ponerse en órbita en una final que hasta ahora dominaban con mano de hierro por los Warriors.
Fue un espaldarazo para un equipo que, en casa, se transformó y dejó bajo mínimos a unos desconocidos Warriors.
La diferencia de 20 puntos (30-10) se plasmó tras solo 11 minutos.
Pero Irving, LeBron, Tristan Thompson y JR Smith volvieron a romper la defensa de los Warriors con una tremenda facilidad.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/06/08/actualidad/1465418046_935432.html