“Turquía es un país que vive sumido en una gran polarización, y los militares intentaron aprovechar estas divisiones para hacer triunfar el golpe.
Muchos ciudadanos recibieron además SMS del Gobierno en sus teléfonos móviles instándoles a participar en las protestas contra el golpe.
Ahora no, ahora la gente está con las Fuerzas Armadas cuando lucha contra el terrorismo pero en contra cuando intenta un golpe de estado.
Y así lo hicieron, pero no contaron con que en Turquía los restantes canales privados continuarían emitiendo.
“Incluso televisiones contrarias al Gobierno como CNN-Türk tomaron una postura de defensa de la democracia y contraria al golpe de Estado”, explica el director de GPoT.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/07/16/actualidad/1468687872_315253.html