La guerra siria también ha aislado geográficamente a un país que tiene el Mediterráneo en su flanco oeste, comparte frontera con el archienemigo israelí al sur y limita con Siria al norte y este.
Siria y Líbano comparten más décadas de historia conjunta de las que han vivido por separado como Estados nación.
La guerra siria ha ensanchado la división del espectro político libanés hasta los actuales dos bloques irreconciliables, provocando una parálisis que mantiene al país sin presidente desde hace más de dos años.
Una injerencia que retroalimenta los conflictos sectarios en los bastiones suníes libaneses como en la norteña ciudad de Trípoli o en la sureña localidad de Sidón.
Mientras que el ala militar de Hezbolá acumula victorias en Siria, su brazo político está en el punto de mira en Líbano.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/06/16/actualidad/1466095631_588910.html