Este es un claro síntoma de que las cuentas de la Seguridad Social están empeorando respecto a 2015, un ejercicio que ya fue malísimo.
Que el agujero de la Seguridad Social crezca y añada así dificultades al objetivo de reducir el déficit del Estado, contrasta con la recuperación de la afiliación, que en mayo crecía a un ritmo anual del 2,6%.
La ejecución presupuestaria en los cinco primeros meses del año avalan el síntoma.
En 2015 el salario medio de los nuevos contratos era de 1.250 euros mensuales; la pensión de los nuevos jubilados, 1.342 euros.
De continuar así, el déficit de la Seguridad Social (el referente al sistema de pensiones, no el que en contabilidad nacional incluye en este punto al Fogasa y la protección contra el desempleo) este año superará al de 2015, cuando se marcó un récord negativo.
Fuente: http://elpais.com/economia/2016/07/02/actualidad/1467472606_634804.html