Ahí, acabar con la vida a posibles miembros de bandas criminales se convirtió en una rutina: «Matar a delincuentes era lo que mis superiores exigían como buen resultado», cuenta.
Solo en 2015 la policía de Río de Janeiro mató a 645 personas, de las cuales tres cuartas partes eran negras.
Comenzó a trabajar en un área de la región metropolitana de Río de Janeiro con altos índices de criminalidad.
Este acuerdo es tan común en Río de Janeiro, comentó, que incluso tiene un nombre: el «arreglo».
Va a matar, con crueldad», ilustra Danilo en su entrevista.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/07/07/america/1467917346_009453.html