La reforma educativa es un imperativo, ciertamente, pero nunca llegará a buen puerto sin llegar a acuerdos con los maestros que deben de operarla.
Algo similar ha sucedido con la reforma educativa.
Ahora, las negociaciones con la CNTE pondrán en vilo la reforma educativa.
Nueve muertos más tarde, el sureste se ha convertido en un caldo de cultivo para la violencia social impredecible.
En respuesta, el clero boicoteó al PRI en las elecciones y los empresarios hicieron lo nunca visto; un plantón de protesta.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/06/23/mexico/1466636182_656037.html