Sin embargo, May es más conocida por su capacidad de gestión y no por una visión reformista del partido.
Tiene, sin embargo, ideas muy particulares de la relación que Reino Unido debería mantener —aun siendo miembro del club— con Bruselas.
En 1997, May se pronunció en contra del establecimiento de un salario mínimo nacional para los trabajadores.
Y lo ha llevado, además, en un momento complicado: con el debate sobre la inmigración particularmente encendido y con el aumento de la amenaza terrorista.
May se impuso como una de sus principales tareas reducir la inmigración.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/07/13/actualidad/1468437249_134122.html