No se trata pues de una remota disputa regional, sino de un conflicto que puede tener consecuencias globales.
De acuerdo con la Corte, que tiene su sede en La Haya, China ha violado los derechos de Filipinas al tratar de explotar los recursos de unas aguas que no son suyas.
No solo eso; ha dañado gravemente la naturaleza de la zona al ampliar artificialmente varios islotes y ha realizado peligrosas y agresivas maniobras ante embarcaciones filipinas.
Ya lo hizo en Tíbet, zona que invadió en 1950 y luego se anexionó.
Ahora repite el mismo comportamiento sobre unas aguas ricas en recursos pesqueros y minerales de las que reclama nada menos que el 90%, entrando en colisión directa con Filipinas, Indonesia, Malasia y Vietnam, que también las reclaman.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/07/12/opinion/1468344395_910758.html