Humildad y clase, dos virtudes escasas que atesoraba Víctor Barrio (Grajera, 1987 – Teruel, 2016).
Barrio fue uno de los pocos toreros que entendió que venían nuevos tiempos.
Barrio hizo gala de una inusitada cercanía con el público ajeno a los toros, con los niños y con cualquier iniciativa que tuviera que ver con llevar el toreo más allá de los aficionados.
Barrio descubrió su vocación en una capea entre amigos, casi como una broma.
Sanz, concejal del PP de Sepúlveda, estuvo a su lado mucho antes del traje de luces, la fama y los desvelos.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/07/09/actualidad/1468096351_896595.html