Su equipo, Atlético Nacional, había obtenido por segunda vez en su historia la Copa Libertadores.
La apuesta a procesos que puedan dar resultados a partir de su propia cosecha facilitó muchas de estas victorias.
Sin alzar la voz, muy a su estilo, Reinaldo Rueda decidió conservar su parsimonia en medio de la algarabía.
Y claro, confiar en que ese es el camino correcto y no hacer cambios bruscos de timón.
Venezuela y una decisión errática de cambiar lo hecho durante años, lo hizo dar varios pasos atrás y hasta ahora está tratando de reencontrarse a sí misma.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/07/28/actualidad/1469711103_176176.html