El caso de Carolina guarda paralelismo con el de Almudena Cid, que compitió con 28 años en sus últimos Juegos.
La clasificación y el puesto en la final son el reflejo de la regularidad de Carolina.
Solo una caída en la última rotación, cuando no pudo evitar que la cinta se fuera al suelo, empañó su gran actuación.
Tiene 30 años y en Río se ha convertido en la gimnasta más veterana en una final de unos Juegos en rítmica.
La aventura olímpica de Carolina Rodríguez comenzó en Atenas 2004, donde compitió en conjunto, y desde entonces su carrera ha sido un camino laberíntico en el que ha pasado de todo.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/08/20/actualidad/1471720030_034155.html