Un australiano residente en Dubái lleva 22 días detenido tras promover en su Facebook una iniciativa humanitaria para comprar tiendas de campaña y mantas para un campo de refugiados en Afganistán.
El año pasado, otra australiana, Jodi Magi, fue deportada después de 53 horas detenida por publicar en Facebook una foto de un coche aparcado entre dos espacios destinados a minusválidos junto al edificio donde residía.
El Foreign Office ha dicho que está “facilitando apoyo”, ya que el detenido también tiene pasaporte británico.
Las penas previstas van desde dos meses a un año de cárcel y multas de hasta 100.000 dirhams (25.000 euros).
Richards no es el primer extranjero víctima del estricto control emiratí de las redes sociales y las restricciones a la libertad de expresión.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/08/19/actualidad/1471602290_600373.html