Diana MANZO/Corresponsal
JUCHITÁN, Oax., (#página3.mx).- Dos balas lo dejaron sin aliento, su alma no pudo más y su corazón dejó de latir este martes 17 de agosto, en una noche lluviosa.
El adiós solo es momentáneo dicen algunos; otros, con expresiones de dolor y tristeza le dicen “Hasta Siempre”. Su esposa y su hija tienen la esperanza de algún día reencontrarse con él y “le tiran un puño de tierra”. Sus padres y hermanos con gran amor le lloran y le dicen “adiós Rolando”.
Se trata del coceísta de la Nueva Generación quien mientras viajaba en su coche color arena intentaron asaltarlo y al oponer resistencia y tratar de huir, fue baleado.
Y despedirse de su hogar, de aquella estructura donde tiene enterrado su ombligo -como solo lo hacen las y los zapotecos para decir que su alma vive-, engrandeció aún más el dolor y la tristeza de sus acompañantes. Sabían que por última vez Rolando Vásquez Castillejos recorrería las calles y avenidas de su natal Juchitán, pero esta vez de diferente manera, no como lo hacía el líder que sonreía y saludaba de mano en mano a sus paisanas y paisanos en sus épocas de campaña política, sino como un hombre al que le arrebataron la vida y del que su familia exige Justicia.
¡Justicia! ¡Justicia! Gritaban las voces de los varones que acompañaban al cuerpo de Rolando. Las mujeres, su madre, hermanas, familiares y amigas estaban envueltas en lágrimas porque su mente y corazón no aceptaban que su presencia física dejaba este mundo terrenal.

Rolando llegó a su oficina, collares de flores de Guie chachi (Flor de Cacaloxóchitl) abrazaron su féretro y también una bandera roja con la leyenda “COCEI Nueva Generación” lo cobijaron.
Este fue su sitio preferido, comentó Sergio Vásquez Paz, su amigo de batallas y de lucha.
“En ese lugar llegaba todos los días a muy temprana hora, sin importar festivos y fines de semana, y lo hacía porque su preocupación era un Juchitán mejor, que viviéramos en paz”.
Un minuto de aplausos le dedicaron sus acompañantes, nuevamente la palabra “Justicia” se hizo presente. Uno de sus hermanos, René Vásquez exigió al presidente municipal y a las autoridades el esclarecimiento de la muerte de Rolando.
Su féretro recorrió el centro de Juchitán, parecía un mitin político, como los que encabezó hace apenas unos meses cuando fue pre candidato a la presidencia municipal de Juchitán. El sonido de las mototaxis daban cuenta de que alguien venía y lo reforzaba la música alegre, como era su forma de ser, según cuentan sus amigos y conocidos.

Abogado de profesión, hace 18 años fundó la COCEI “Nueva Generación”, con el objetivo de reivindicar la lucha que esta organización social y política tuvo en los años ochenta cuando obtuvo el triunfo electoral, convirtiéndose en el primer municipio de izquierda en el país.
Mujeres, las juchitecas de su organización Nueva Generación, encabezaron el contingente con una gran lona de vinil, la foto de Rolando y su nombre acompañaron al moño negro y junto a él una leyenda que aseguran era su frase favorita: “El aliado del pueblo eternamente en el corazón de Juchitán, Lic. Rolando Vásquez Castillejos”.
La multitud de nueva cuenta cobijó el féretro. Los rayos del sol cada vez eran más fuertes, calaban como cala el frío de invierno, provocando gotas de sudor en todas las personas.
El respiro hondo de Sergio Vásquez de Paz y su voz mantuvieron en silencio a los acompañantes, quienes atentos lo escucharon:
“Juchitán está de luto, Rolando Vásquez Castillejos luchó por un Juchitán mejor, la familia, su esposa e hija estamos tristes, este asesinato no puede quedar sin justicia al igual que el resto de los que ocurren en Juchitán, exigimos el esclarecimiento de los hechos a los tres niveles de gobierno”.
¡Tú no estás muerto Rolando, estás vivo! Insistió y repitió Sergio Vásquez antes de que del féretro abandonara la explanada del palacio municipal, un sitio emblemático e histórico de los juchitecos.
La música, su compañera de viaje en sus diversas gestiones, también estuvo presente y lo acompañó en este su último viaje. “Amigo”, tema de la inspiración de Roberto Carlos, lo llevó hasta su última morada: el panteón Domingo de Ramos, en donde sus restos descansan a partir de este jueves 18 de agosto de 2016.
