Ahí está, por ejemplo, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, quien cuando apenas quedan 11 semanas para las elecciones ha despedido a su jefe de campaña.
Quién sabe, tal vez logre reflotar a la quebrada Universidad Trump impartiendo cursos para aprobar la prueba.
Trump parece que hace caso omiso de ese dicho tan estadounidense que aconseja no cambiar de caballo mientras se cruza el río.
Se trata del segundo responsable en ese puesto clave que es invitado a presentar la dimisión en pocos meses.
El candidato echa a sus jefes de campaña al ritmo con que Jesús Gil despedía entrenadores.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/08/20/opinion/1471707191_639352.html