Esperemos que este punto de inflexión no se quede en agua de borrajas.
Fuera de estas cábalas, lo importante es que no se debe esperar más para la investidura y que nadie debe siquiera pensar en la opción de volver a votar, por lo que cualquier calendario al respecto debe ser considerado irrelevante.
Y acierta al desear que la próxima legislatura se convierta en un tiempo de reformas controladas desde el Parlamento.
Albert Rivera descarta la participación de su partido en el futuro Ejecutivo, según las precisiones aportadas por él mismo.
Pero también es cierto que celebrar el debate una semana después hubiera puesto el horizonte electoral en el igualmente absurdo 1 de enero.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/08/18/opinion/1471543186_812470.html