En 2012 el Ministerio de Defensa no convocó ninguna plaza y en 2012 solo ofertó 1.500, frente a las 3.700 de 2011.
Además, los inmigrantes solo pueden firmar un compromiso máximo de seis años con el Ejército y, una vez concluido este, deben marcharse si no han obtenido ya o están tramitando la nacionalidad española.
La crisis económica y el altísimo porcentaje de desempleo juvenil provocaron un aluvión de solicitudes: más de 80.000 en 2011 o de 70.000 en 2014.
Los extranjeros solo suponen ya el 0,42% de los soldados y marineros.
Ninguna de las 400 plazas ofertadas por la Armada y el Ejército del Aire estaban abierta a extranjeros.
Fuente: http://elpais.com/politica/2016/08/12/actualidad/1470994588_527779.html