Lo primero que encontró Bru Rovira en esas personas de las que ahora habla fue amistad.
Porque no es cínico Bru Rovira, lo ejerce con la solvencia que muestra en un libro bien singular.
Las historias de Solo pido un poco de belleza no acaban nunca, esta es la divisa del escritor y periodista Rovira.
Si sabes escuchar, dice Bru Rovira, tienes historias.
No es solo la Barcelona triste o marginal, es también la infancia de Bru Rovira.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/08/01/actualidad/1470070207_831285.html