Su marido y padre de tres de sus cuatro hijos le pegaba, tanto, que se atrevió a denunciarlo.
Pero Leonardo Fragoso, conocido como El Chamán, guardó para el final la única batalla que Maribel no podía ganar.
«En la cárcel conocí a mujeres que llevaban más de 10 años encerradas sin tener todavía una sentencia firme», cuenta Maribel.
La hizo cómplice de un crimen de secuestro y robo que ella nunca cometió y pagó con cuatro años de cárcel un error propio de la Edad Media.
Y así fue: pararon el camión con el chófer dentro y lo retuvieron mientras vaciaban la mercancía en la casa de Maribel.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/08/18/mexico/1471531983_233126.html