Si viviese en esta época, los finlandeses lo hubiesen hecho director de una universidad”, cuenta Toledo entre risas.
Tras el dorso de los cangrejos hay una mujer zapoteca bailando, cuenta una leyenda de este pueblo indígena del sur de México.
Y es precisamente entre este mar de lenguas, tradiciones y formas de vida diferentes donde reside actualmente Natalia Toledo, al igual que su padre, el pintor Francisco Toledo.
Natalia Toledo describe a esa mujer zapoteca “abierta, independiente, que no pide permiso para existir»Plasma el mundo de la mujer de a pie, el de sus paisanas y el suyo propio, aunque ella no haya tenido que protagonizar algunos de estos rituales.
En él la mujer queda retratada a través de versos que ponen al descubierto el México indígena.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/08/23/actualidad/1471985363_569036.html