El presidente despejó las dudas: la guerrilla tendrá garantizada representación política las dos próximas legislaturas.
El nuevo camino que recorrerá Colombia a partir de ahora incluirá la participación en la vida política de las FARC, uno de los últimos aspectos en negociarse en La Habana.
Desde que se inició el proceso de paz, la frase se repetía como un mantra.
La garantización de representantes políticos después de poner fin a un conflicto armado ha sido habitual en otros procesos de paz.
Tenía mucho de realidad, pero también terminó convirtiéndose en una excusa para casi todo: “Nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/08/25/colombia/1472079671_005391.html