Pero mientras, por unos 40 euros —el precio más común para un testamento—, puede que merezca la pena sentarse frente al notario y evaluar qué hacer.
“Y si no hay matrimonio, el testamento es obligatorio, porque la pareja no hereda nada”.
En su ausencia, les tocaría a los padres y ascendientes, y solo si no hubiera ningún familiar que se pudiese adscribir a una de estas categorías heredaría el cónyuge.
Una cifra exigua si se compara con los 17 millones de mayores de 50 años que residen en el país.
A través del testamento también se pueden nombrar tutores o reconocer hijosDa igual qué relación tuviera el fallecido con los herederos.
Fuente: http://elpais.com/economia/2016/08/29/actualidad/1472491816_655407.html