Si esta minicumbre afianza el lanzamiento de esa guardia costera de la que hace ya algún tiempo se habla, habrá sido útil.
Obviamente no era esperable ni una solemne declaración, ni menos aún un programa de acciones urgentes, algo propio de las instituciones.
Y ha servido también para balizar algunas de sus prioridades: reforzar la seguridad interna y externa, promover el crecimiento y ocuparse mejor del futuro de los jóvenes.
En cualquier caso, esta reunión sirve de prólogo a la cumbre europea del próximo 16 de septiembre.
Y lo es independientemente de su formato, sea en modo binario (la locomotora franco-alemana); de directorio (de los países grandes); cuadrangular (el grupo de Visegrado) o como ahora, triangular.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471893546_564031.html