La intervención de Peña Nieto intentó rodar por esta última carretera.
Para la diplomacia de Peña Nieto, el republicano representa un reto histórico.
Trump, aprovechando la sorprendente invitación girada por el presidente de México, volvió a tomar las riendas.
Consciente de este fractura, Peña Nieto reconoció que se habían registrado desencuentros en el pasado, pero en vez de insistir en ellos y lanzarse por la línea dura, prefirió izar la bandera del interés público.
En una visita relámpago a México, el vociferante candidato republicano, que durante meses ha humillado a los mexicanos, se entrevistó con el presidente Enrique Peña Nieto y volvió a demostrar su capacidad para apropiarse del escenario.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/08/31/mexico/1472670468_012126.html