Si en el pasado han dejado pasar estudios menos robustos, ya no lo van a hacer», asegura convencido.
«Se ha hecho tanto ruido que los revisores [especialistas independientes que corrigen los estudios antes de publicarse en revistas científicas específicas] van a estar al loro.
Porque además, según una investigación que acaba de publicarse, muchos investigadores no fueron rigurosos revisando y corrigiendo sus resultados en busca de borrones.
Además, los autores de la revisión analizaron 241 estudios y descubrieron que en el 40% no se habían aplicado las correcciones de software necesarias para asegurarse, agravando el problema de los falsos positivos.
En su estudio, publicado en PNAS, cogieron 500 imágenes del cerebro en reposo, las que se usan como punto de partida para ver si a partir de ahí el cerebro hace algo.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/07/26/ciencia/1469532340_615895.html