Tras años de acusaciones, escándalos y abusos, el PRI ha decidido suspender de militancia al gobernador en funciones de Veracruz, Javier Duarte.
Hijo político del anterior gobernador de Veracruz, el polémico Fidel Herrera, su mandato se ha caracterizado por un fuerte debilitamiento de las estructuras estatales.
Que debía dejar atrás todo aquello que había marcado al antiguo PRI: el clientelismo, la corrupción, la patrimonialización del poder.
Quizá su más destacado enemigo sea el vencedor de las elecciones de junio en Veracruz, Miguel Ángel Yunes, del derechista PAN.
Y levadas las anclas, es muy difícil que el PRI esté dispuesto a darle la mano de nuevo.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/09/26/mexico/1474911536_648781.html