10:28h CESTEl Telegraph ha cazado al seleccionador inglés, Sam Allardyce, con una cámara oculta y ha provocado un terremoto en la Premier.
El descaro con que Allardyce, hasta ese episodio seleccionador inglés, contaba cómo sortear los controles de su propia Federación para fichar futbolistas de fondos de inversión o similares es notable.
La cámara oculta del Telegraph desvela que habría diez entrenadores y unos cuantos agentes involucrados en casos de corrupción.
Pero en Inglaterra el mal es mayor, por la fortaleza de una figura que no ha llegado a saltar plenamente a otras latitudes: la del manager-entrenador.
Un escándalo quizá merecido por la FA, porque cuando le contrató bien debía saber que sobre su pasado había sospechas.
Fuente: http://opinion.as.com/opinion/2016/09/30/portada/1475190629_282988.html