El presidente Peña Nieto “no entiende que no entiende”, según lo confirma con la patética y lamentable invitación que le hiciera a Trump, una de las más poderosas amenazas de México en los últimos 100 años.
Sólo que si Peña “no entiende que no entiende”, menos, mucho menos entienden sus asesores, porque todo parece indicar que los grandes diplomáticos mexicanos que dignificaron durante siglos nuestra política exterior han muerto todos de repente.
Lo que se estará riendo Trump después de su discurso en Arizona… Lo que sentirán Peña y sus asesores, uno más torpe que el otro.
Si bien era elemental que se reunieran ambos personajes, jamás tendría que haber sido en México.
He ahí el alto precio que México paga al haber nombrado a una canciller ignorante, en términos absolutos, de la historia y de la realidad diplomática de México.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/09/01/mexico/1472764026_887225.html