Aún así, una persona de la más absoluta confianza del presidente Juan Manuel Santos asegura que “este proceso le debe mucho a Santiago”.
Su relación y amistad con la exsenadora Piedad Córdoba fue decisiva para su incorporación al proceso de paz.
A los delitos de rebelión y sus conexos había que unir otros con los que el propio abogado no estaba de acuerdo.
El abogado español Enrique Santiago inició las conversaciones como asesor jurídico de las FARC sin que su presencia tuviese mayor trascendencia, pero terminó por convertirse en una pilar fundamental en el último año de negociaciones.
En un proceso de paz caracterizado por su opacidad, los silencios sobre lo pactado y la complejidad de lo suscrito, ha habido una voz que hablaba siempre a tumba abierta.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/09/26/colombia/1474914258_788154.html