Desde que Robin Williams se quitara la vida en agosto de 2014, son pocas las veces que su viuda ha hablado sobre él en público.
Según el relato, Schneider conoció la enfermedad neuronal de Robin Williams tres meses después de su muerte, y desde entonces estuvo un año encontrándose con profesionales médicos para tratar de entenderla.
Tanto Williams como Schneider desconocían las causas de esos síntomas, y por eso el último año de vida del oscarizado intérprete vivieron rodeados de frustración.
Desde entonces, Susan Schneider trabaja con la asociación estadounidense de esta enfermedad para darle una mayor visibilidad para poder ayudar en su diagnóstico.
En la carta, Schneider, pareja del actor durante siete años, también aprovecha para descartar que Williams estuviera sufriendo una depresión, como se dijo en el momento de su muerte.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/30/estilo/1475248625_038338.html