Siete de cada 10 adultos tiene sobrepeso u obesidad, por uno de cada tres niños.
“En este panorama, la población indígena es la más vulnerable y registra unas tasas más altas —continúa Ávila—.
“Cuando me quedo con ellos porque su mamá sale a trabajar, está prohibida la coca-cola”.
Los dedos de José Polo, 18 años, también son ásperos y rugosos de descargar camiones y colocar estanterías en el mercado.
Los mazahuas del Estado de México están abandonando su dieta milenaria basada en legumbres, verduras y hortalizas para pasarse cada vez más a la chatarra.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/10/05/mexico/1475622999_083399.html