La presión de las autoridades de Nueva York está forzando a Airbnb a actuar para ayudar a combatir los alquileres que incumplan las normativas locales.
En principio, los alquileres de menos de 30 días ya están prohibidos en Nueva York.
Para poner coto a los abusos, el Senado del Estado de Nueva York adoptó este verano un proyecto de ley que reforzará las multas hasta los 7.500 dólares.
Su plataforma registró en agosto 45.000 viviendas o habitaciones en alquiler, lo que convierte Nueva York, de lejos, en el mayor mercado de Estados Unidos.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, amenaza con ser más agresivo si los propietarios de los apartamentos optan por saltarse las reglas de juego.
Fuente original: Airbnb negocia contra reloj para salvar su negocio en Nueva York | Economía | EL PAÍS