Desde el sector civil contribuyen a dar contenido a nuestra Comunidad Iberoamericana con la forja de un espacio empresarial común que es ya realidad fehaciente y prometedora.
La frase no es mía, sino de Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana.
Y desde su quehacer cotidiano apoyan los esfuerzos político-institucionales y sociales para consolidar nuestra Comunidad, llamada a acrecentar su protagonismo en el escenario global.
Y que premia también en la persona de estos extraordinarios referentes a la multitud de empresarios que cada día trabajan por un futuro mejor para Iberoamérica.
A ambos lados del Atlántico, pequeños negocios, pymes (el grueso de nuestro tejido empresarial) y grandes corporaciones y multilatinas trabajan en favor del desarrollo económico y social de nuestros países.
Fuente original: Enrique V. Iglesias, un premio iberoamericano | Internacional | EL PAÍS