Si eso es porquería, Trump no tiene por qué preocuparse sobre su factibilidad o el verdadero costo, ni menos sus simpatizantes.
La idea de que las mentiras de Trump son porquería puede explicar por qué a sus simpatizantes no les importa que se compruebe que está mintiendo.
Por lo contrario, el artista de la porquería podría o no podría saber la verdad, pero eso mucho menos le importa.
Trump habla de una forma directa, con palabras y frases simples, un estilo que suele verse auténtico y confiable.
Tal como escribe Frankfurt, «la porquería es mucho más grande enemigo de la verdad que las propias mentiras».
Fuente original: La porquería de Trump: Por qué a sus simpatizantes no les importa que mienta | CNNEspañol.com