Un adolescente de las islas Trobriand señala como amenazante una clásica ‘cara de miedo’.
Casi el 80% de los chavales de Trobriand interpretó la supuesta cara de miedo como una expresión de amenaza.
Otro hablante es Sergio Jarillo, antropólogo español del Museo de Historia Natural de Nueva York, que lleva más de 21 meses acumulados de trabajo de campo en el archipiélago, las Islas Trobriand.
Este verano, publicaron que muchos habitantes de las islas Trobriand no asociaban la sonrisa a la alegría, sino que la interpretaban como una invitación social.
Allí no se traduce como miedo y disposición a rendirse, sino que es una cara de enfado, de amenaza.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/10/17/ciencia/1476732641_555770.html