Fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional, respaldado por la ONU, durante al asedio a Sirte, el pasado 14 de octubre.
Hafter arrebató en septiembre al Gobierno respaldado por la ONU cuatro puertos petroleros de donde podría salir la mitad de la producción del país.
Pero lo cierto es que hoy por hoy no existe ninguna fuerza en Libia capaz de imponerse al resto.
La comunidad internacional mira con impotencia cómo se diluye en la insignificancia el Gobierno de Unidad Nacional que propició en diciembre de 2015 en Marruecos.
Dentro de ese Estado fracasado en el que se ha convertido Libia hay varios centros de poder.
Fuente original: Libia, del infierno con Gadafi a la pesadilla sin él | Internacional | EL PAÍS