Es torpe pretender innovar adoptando cocinas del otro lado del mundo cuando podrías hacerlo, por ejemplo, revisando el riquísimo abanico de cocinas regionales de este país.
Sin embargo, seguro que la semana que viene abrirá algún restaurante que presentará una carbonara con piña.
De acuerdo, la carbonara con piña es una exageración, pero al tiempo.
Lo están haciendo Gofio con la cocina canaria, Arima con la cocina vasca o El Señorito con el tapeo andaluz.
Requiere más reflexión, conocimiento y técnica que rellenar un bao con panceta ibérica, pero el resultado tiene mucho más mérito.
Fuente original: La cocina-fusión crea monstruos | El Comidista EL PAÍS