Ninguno de ellos tienen la culpa de que la única reacción de la industria musical ante la piratería fuese subir el precio de los discos.
OT no enterró la industria musical (¿cuál es la excusa en el resto de países donde la venta de discos también decayó a la vez?
Quince años después, Operación Triunfo (OT) sigue siendo tratado como un espectáculo masivo tan denigrante como los combates de gladiadores.
Es más, los discos surgidos de OT fueron los últimos en vender millones de ejemplares en nuestro país.
OT no es ninguna enfermedad, pero ha sido analizada con la rabia de un cáncer y la condescendencia de un constipado.
Fuente original: OT El reencuentro: En defensa del concierto de OT, sin culpa ni vergüenza | ICON | EL PAÍS