Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 11 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En la región centro de Sinaloa, se aplica actualmente un modelo de bioeconomía de desarrollo sustentable, que cuenta con la asesoría del científico José Humberto Ramírez Leyva. Se trata del empleo de biocarbón, mediante el reciclaje o gestión sustentable de residuos de la agricultura.
Este acercamiento entre el científico y el Consejo Empresarial Visión Navolato 2040 involucra a empresas como Impulsa, la Agrícola Sucarmex, del empresario Daniel Cárdenas, Panamá, entre otras implicadas en la planeación del proyecto.
“Con estas personas presenté un modelo de bioeconomía que tiene como directriz el desarrollo sustentable de la región Culiacán-Navolato para edificar el proyecto en un entorno de desarrollo sustentable con impacto ambiental”, comentó el científico.
Humberto Ramírez Leyva.El proyecto persigue el empleo de conocimientos de ingeniería ambiental, principalmente de la nanotecnología ambiental. Nació por el interés del exalcalde del municipio de Navolato, Sinaloa, en conjunto con el Ayuntamiento de Culiacán, para el proyecto de desarrollo metropolitano Culiacán-Navolato.
“En este proyecto se cuenta con asesoría del Tec de Monterrey, se tiene un consejo empresarial. Ellos buscan impulsar la agenda empresarial, legislativa, para el desarrollo de la urbanización metropolitana de ambos municipios y que se realice de una forma ordenada, bajo el plan desarrollado”, explicó.
El empresario Daniel Cárdenas patrocina el desarrollo del proyecto piloto para tropicalizar la tecnología para el empleo de biocarbón activado, que se obtiene del reciclaje o la gestión sustentable de residuos de la agricultura.
“La idea surgió en 2008. Se trata de que Sinaloa pueda abastecerse de una gran parte de su demanda de fertilizantes de sus lagunas costeras, de sus cuerpos de agua que reciben nutrientes por parte de la agricultura”, dijo.
El empresario Daniel Cárdenas realiza un proyecto piloto en un campo agrícola cercano a Villa Juárez. Consiste en convertir la soca o maleza en un material con elevado valor agregado como el biocarbón, mediante un proceso fisicoquímico.
“El proceso se emplea actualmente en múltiples lugares del mundo como mejorador de suelo; sin embargo, el concepto de la nanotecnología para este proyecto es la activación fisicoquímica del material en el que se forman nanoporos, lo que le da una selectividad al material para capturar fertilizantes en los drenes agrícolas”, explicó.
Añadió que aunque el material no es novedoso, inserta el conocimiento de activación nanométrica para presentar selectividad hacia fertilizantes en los drenes, es decir, con esta tecnología será posible tomar los fertilizantes que no se aprovecharon en los drenes agrícolas para capturarlos en el biocarbón activado o nanocarbón; al sacarlos del agua se podrá reintegrar al suelo.
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Fuente: Impulsan bioeconomía en Sinaloa