Por Felipe Sánchez Banda
Saltillo, Coahuila. 29 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Científicos del Instituto Mexicano del Maíz (IMM) de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) evalúan familias de maíces poliembriónicos, con base en la influencia ambiental y la calidad de semilla, en busca de un mayor rendimiento en producción.
La poliembrionía en maíz (PEm) es un fenómeno de interés en maíz, una característica natural que puede aprovecharse como una vía alterna en el diseño de variedades de aplicación especial. Buscando, además, mayor potencial de rendimiento y el valor nutrimental del grano. Con este fenómeno, se incrementa la calidad y cantidad de aceites almacenados causados por la presencia de dos o más embriones por semilla.
“Participo como tesista en la línea de investigación ‘Estudios y utilización de la poliembrionía en maíz’. En la realización de este proyecto, se está tratando de ver cuáles de estas familias son las que presentan mejores características agronómicas, en este caso es una selección acorde al rendimiento. Aunado a eso, se tiene el plan de seleccionar a las mejores familias por características medidas en laboratorio, tales como: hacer análisis de las propiedades físicas y químicas de la semilla, lo cual contribuirá para una buena selección de genotipos”, comentó el ingeniero Edilvar Geovani Roblero Muñoz, colaborador del proyecto y estudiante de la maestría en ciencias en fitomejoramiento de la UAAAN.
Para lograr esta evaluación, dirigida por el doctor José Espinoza Velázquez, investigador del IMM; los especialistas tienen como objetivos: Determinar el efecto ambiental interacción genotipo-ambiente sobre la expresión de maíces segregantes de la poliembrionía con base en cualidades agronómicas y cuantificar contenidos de reguladores de crecimiento en semillas poliembriónicas y no poliembriónicas, además de la determinación de calidad de semilla.
La estimación del efecto ambiental y la evaluación de la capacidad productiva se hará estableciendo al menos tres ensayos de rendimiento, en tres localidades agroecológicas (lugares) diferentes. Con un mínimo de 15 líneas PEm (poliembriónicas) y 15 líneas No-PEm (No poliembriónicas), y los cultivares e híbridos que resulten de cruzar materiales poliembriónicos con materiales libres de la mutación (PEm x no PEm) para determinar rendimiento y sus componentes.
“Se van a comparar en tres ambientes en este año, el primero de ellos fue el establecimiento del lote experimental en Rio Bravo Tamaulipas, siembra de 19-20 de febrero, 2017, y cosecha del 26 al 29 de junio; el segundo ambiente es el establecido actualmente (19 de junio, 2017) en Buenavista, Saltillo, Coahuila en la UAAAN y, el tercero va ser establecido en la localidad, General Cepeda, Coahuila. En los tres ambientes se va a tomar y evaluar diferentes variables, lo que permitirá las evidencias necesarias para determinar qué materiales (maíces) son más los más calificados y estables, poniendo énfasis en los genotipos de naturaleza poliembriónica, apreciando a aquéllos materiales sobresalientes en calidad y materiales que resistan altas temperaturas”, puntualizó el ingeniero Roblero Muñoz.
Alimento y forraje
El colaborador aclaró que, anteriormente, en otras investigaciones efectuaron estas evaluaciones en poblaciones de maíz pero no a nivel de familia. Además que este tipo de estudios tienen aplicación potencial directamente en la agroindustria.
Ing. Edilvar Geovani Roblero Muñoz.“La poliembrionía se caracteriza porque las semillas tienen más calidad nutrimental, actualmente hay mucha demanda de materiales con esas cualidades, entonces se quiere aprovecharse estos materiales, los podemos utilizar como forraje, grano y alimentación pecuaria y humana, tienen muchas aplicaciones estos materiales”.
Cada ensayo para las evaluaciones será establecido bajo un diseño de bloques incompletos con arreglo alfa-látice con tres repeticiones. Los granos obtenidos de dichos ensayos determinarán la cuantificación de las fitohormonas: zeatina, ácido indolacético y giberélico. Los resultados permitirán conocer la expresión genética de los materiales en el comportamiento, a través de los diferentes ambientes y resaltará la calidad y cantidad de las fitohormonas.
“El objetivo primordial es que, al menos, tengamos materiales con características agronómicas deseables, tanto en con calidad nutrimental, como en y rendimiento. De ahí lo que sigue de esta selección es seguir incrementando estos materiales. Podemos generar variedades sintéticas, en un momento dado podemos llegar hasta híbridos con grandes cualidades, casi nadie trabaja con poliembriónicos y estos materiales tienen mucho futuro en cuestión de producción”, añadió el ingeniero Roblero Muñoz respecto al futuro del proyecto.
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