Por Danya Irene Villegas
El acné es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que se produce por la activación constante de glándulas cebáceas y bajo la cual se genera una obstrucción de los películos foliculares por la invasión de una bacteria denominada Propionibacterium acnes.
En la cultura popular es muy común encontrar una relación entre el consumo de chocolate y la proliferación de granos o espinillas sobre la piel. Dos experimentos científicos, el primero realizado en 1969 por el científico J. E Fulton y el segundo por Samantha Block en 2011, comprueban que la presencia de agentes grasos en la piel no es proporcional a la cantidad de cacao que consuma una persona.
Los experimentos anteriores consistieron en observar a un grupo de personas al que se alimentó con cacao diariamente. Se observó, con mayor exactitud en el segundo estudio, que la dieta es un factor que influye en la enfermedad dermatológica cuando se consumen proteínas, grasas y azúcares de forma excesiva. Esto sucede porque al sistema digestivo le resulta más complejo transformar los alimentos grasos en glucosa; en comparación con el almidón, pan blanco, cereales, entre otros.
La ingesta calórica alta produce mayor activación de glándulas sebáceas, productoras de grasa en la piel, pero esto no significa que exista una relación directa entre los componentes del cacao y la exacerbación de acné.
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