Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- El obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, cuestionó que los gobiernos federal y estatal oferten de manera indiscriminada los territorios de los pueblos originarios y omitan que estos megaproyectos atentan contra la vida de pueblos enteros.
En una carta enviada y leída en el foro internacional “El extractivismo o la vida” que se realizó el pasado fin de semana en Ciudad Ixtepec, el purpurado resaltó que “en toda nuestra Patria Amerindia, los testimonios nos relatan que el fenómeno del extractivismo nos deshumaniza, convulsiona nuestras sociedades y ancla nuestra mirada en una cultura que aniquila la vida”.
“Este hombre que ha caminado la región del Istmo, se duele por las injusticias que ustedes, mujeres y hombres viven; me indignan los agravios que sufren por gobiernos y empresas transnacionales que quieren disponer de territorios para convertirlos en mercancía, ya sea en la zona de las lagunas, en los Pueblos de la región Chontal o en toda la planicie del Istmo”, añadió.
En esta región del Istmo de Tehuantepec donde se han instalado parques eólicos, se han otorgado concesiones mineras, la instalación de un gasoducto y oferta el territorio dentro de la Zona Económica Especial, Lona Reyes lamentó que “no están tomando en cuenta los daños irreversibles que los proyectos ya instalados están ocasionando”.
“Me consterna que las autoridades estatales y federales muestren oídos sordos ante el reclamo legítimo de pueblos como San Pedro Mártir Quiechapa y Congregaciones de Santa María y San Miguel Chimalapas, quienes por la defensa de su territorio han sufrido una violencia sistemática que vulnera la convivencia comunitaria”, reprochó.
Califcó el foro como “una manifestación por la vida, el compartir sus resistencias y la celebración de la fiesta como componentes de la memoria de nuestros pueblos, celebro y me uno a ustedes, organizaciones, comunidades, mujeres y hombres de diferentes credos que ponderen la reflexión, el análisis y la búsqueda de estrategias para defender la vida en todas sus formas”.
Luego del saludo de paz y solidaridad, pidió “al Dios de la vida en su condición de padre y madre que esta Asamblea contribuya a la defensa de la vida y los cuide de regreso a sus respectivos lugares de origen”.
Lona Reyes, presidente del Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec, se disculpó de no estar presente por cuestiones de salud porque “en estos últimos meses mi naturaleza de hombre peregrino me dicta prudencia, aún con mis resistencias he puesto en manos de Dios y de mi familia el cuidado necesario para una pronta recuperación”.
Agregó que “cada vez que salgo del Istmo de Tehuantepec, cuento los días para volver y retomar los recorridos y las tareas que tengo con algunas comunidades y personas que se han alojado en mi corazón en estos largos años que he compartido la vida a lado de ustedes”.
Sin embargo, “no he dejado de seguir el palpitar y la búsqueda del caminar de la Iglesia istmeña de la cual formo parte de manera indisoluble, tampoco me son indiferentes los esfuerzos que hacen ustedes, pueblos y organizaciones por seguir construyendo la vida
desde sus dinámicas cotidianas, por los cuales siento una profunda y sensible admiración por la defensa de sus derechos humanos”.
“Todos los días que amanece y las noches en que el sol se oculta mis plegarias invocan a Nuestra Madre Tonantzin para que ustedes sigan teniendo vitalidad y que la desesperanza no se apodere de nuestros sueños para la construcción de una sociedad justa”, puntualizó.