Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 28 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Diez años han transcurrido desde que surgió el Programa de Apoyo a Sobresalientes del Estado de Sinaloa (ASES). De él han surgido jóvenes talento que han destacado en múltiples competencias de conocimiento y de proyectos científicos en la localidad, la región, el país y el mundo.
Desde su creación, Grupo ASES cuenta con 73 premios internacionales en 23 países y 250 premios nacionales y estatales.
El programa nació en 2007 en el Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS). Ahora, la fundadora de ASES, Rocío Labastida Gómez de la Torre, pretende impulsarlo desde la iniciativa privada, integrando a niños y jóvenes que destacan no necesariamente con promedios de excelencia pero sí con habilidades para desarrollar proyectos en microbiología, física, matemáticas, con proyección nacional e internacional.
Magdaly Santillanez Olivas.La exdirectora del CCS y actualmente subsecretaria de Vinculación Social de la Sepyc, Rocío Labastida Gómez de la Torre, informó que desde la creación de ASES, el programa recibió recursos por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Comenzó con la participación de 23 niños de Culiacán y hasta hace un año contaba con 300 alumnos y con presencia en ocho municipios del estado de Sinaloa. El programa es único en el país y ha ganado 66 premios internacionales, entre los que destacan cuatro medallas olímpicas en física, química y matemáticas.
De este programa han egresado jóvenes como Magdaly Santillanez, quien con su proyecto «Microcréditos, economía en efervescencia», asesorada por su profesor Álvaro Pérez, logró trascender en ferias internacionales. Incluso, fue mencionada por la revista Forbes como una de las cinco jóvenes mexicanas a seguir en los próximos años.
Los investigadores Rogelio Sosa, Nidia Berrelleza, Margarita Leyva Sánchez, entre otros, garantizan premios nacionales o internacionales con alumnos comprometidos.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Leyva Sánchez, académica que participó en ASES desde el inicio del proyecto, señala que sus “pupilos” cuentan con un gran número de premios estatales, nacionales e internacionales.
“En ASES vemos a niños muy inteligentes, son esos niños a los que les hacen bullying en las escuelas. Cuando llegan aquí no saben trabajar en equipo, y trabajamos con ellos de manera que son un ejemplo a seguir en las escuelas. Aquí pueden entrar por dos vertientes: que hayan ganado ferias de ciencias o del conocimiento, también buscamos talentos y los invitamos al proyecto”, indicó.
Labastida Gómez de la Torre dio a conocer que al ingresar, los niños son sometidos a un examen para determinar el nivel de su coeficiente intelectual, el resultado debe ser de al menos 120. Los padres de los estudiantes firman cartas compromiso en las que se comprometen a apoyar a los niños.
Indicó también que los asesores no reciben un salario. Su pago consiste en acompañar a sus asesorados a las ferias de ciencias en las que participan a nivel estatal, nacional e internacional.
Formación integral
Al tratarse de un ambiente competitivo, ASES promueve que los niños reciban una formación integral, no solo conocimiento, también en valores. El esquema, señala la directora general del programa, exige ser competente pero también altruistas. Trabaja el modelo de una manera holística, amigable, conociendo a integrantes, pero además trabaja el tema de la familia y los problemas personales.
Karla Chucuán, madre de un alumno ASES, comentó que la premisa del programa es formar niños exitosos, inteligentes y felices. «Ahí trabajan con ellos proyectos sobre robótica, biotecnología, etcétera; pero también la parte humana”, comentó.
Eunice Andrea Aguirre Silva, alumna ASES desde hace siete años, representó a México en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes en 2012, en la Expo Science International. Indicó que desde hace seis meses los integrantes del programa carecen de un espacio, por lo que aplaude que ahora se integre a una IAP.
El proyecto de ASES, añadió Rocío Labastida Gómez de la Torre, consiste en llevar este programa a nivel nacional, pues dijo que a nivel nacional no existe un programa de apoyo a niños sobresalientes.
Becarios Líderes del mañana
Ricardo de Blass Nuño Gómez es un exalumno de preparatoria y egresado del programa ASES. Creció interesado por temas científicos, específicamente del área de la salud. El nivel de excelencia que alcanzó durante sus estudios de secundaria y preparatoria lo llevó a ingresar al programa donde desarrolló un proyecto sobre virus bacteriófagos, que ahora busca profundizar mediante sus estudios de ingeniería en biotecnología.
Ricardo soñó con cursar una carrera en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM); sin embargo, durante sus estudios de nivel medio superior, encontró que el “no” era siempre una constante.
“No había recursos suficientes en la familia”. “No es fácil ingresar al Tec de Monterrey”. “No es posible”. Otra frase se sumaría más tarde: “Ajústate a tu realidad”.
Ricardo recuerda que decidió hacer caso del último consejo, pero creando él mismo su propia realidad, buscando cómo hacer posible el sueño de ingresar al instituto.
Amigos cercanos informaron a Ricardo sobre la beca Líderes del Mañana del ITESM, y reunía todos los requisitos: un promedio superior a nueve de calificación, mostrar interés en proyectos sociales, haber contribuido al desarrollo de su comunidad y demostrar que proviene de una familia de bajos ingresos económicos. Luego de varias pruebas, obtuvo la beca y busca ahora dar continuidad al proyecto que realizó en ASES.
Dr. Rogelio Sosa Perez..Otro caso es el de la jovencita Cinthia Nahomi Solís Angulo, originaria de Culiacán, Sinaloa. Estudia la carrera de médico cirujano en el ITESM y ha obtenido diversos premios a nivel nacional e internacional con proyectos enfocados en el cuidado del medio ambiente. Dentro del programa ASES contó con la asesoría de científicos como el doctor Rogelio Sosa Pérez y la maestra Nydia Berrelleza.
“Haber obtenido la beca Líderes del Mañana es todo un privilegio para mí. Creo que es una manera de motivar a más personas a que hagan cosas diferentes y poder así crear agentes de cambio que dirijan a la sociedad hacia un mundo prometedor”, expresó.
El proyecto en que trabajó durante años, paralelamente a sus estudios de secundaria y preparatoria es «Elaboración de un plástico biodegradable a base de cáscaras de papa, como alternativa al uso de los plásticos convencionales». Consiste en la utilización de desechos en un producto que serviría para reducir el impacto ambiental de los plásticos convencionales.
Destaca también el caso de Alejandro Beltrán Ley, joven originario del municipio de Mazatlán. Anteriormente representó al continente americano en el Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores, celebrado en Zaragoza, España. En junio de 2015 representó a México en la Olimpiada Internacional de Proyectos Científicos Ambientales, que se llevó a cabo en Ámsterdam, Holanda, con un proyecto educativo que propone crear conciencia sobre la importancia de sanear el Estero de Urías, de Mazatlán.
“El Estero de Urías es un ecosistema acuático con más empresas de Sinaloa. Concentra altos niveles de contaminación, debido a las empresas. Junto a mi asesor, el doctor Jesús Antonio Ramírez, ideamos un proyecto para conocer el índice de contaminación en ese cuerpo de agua. Al obtener los resultados, la idea era realizar un proyecto de ayuda social, es decir, implementar estrategias de educación, capacitación y comunicación ambiental”, explicó.
Otro becario es Raúl Chío León. Desde los seis años de edad se unió al movimiento scout en Mazatlán. Participó en colectas de despensa y medicamentos para beneficio de familias de comunidades rurales y asilos de adultos mayores. Con el paso del tiempo enfocó sus esfuerzos hacia esos sectores de la sociedad, desarrollando proyectos de investigación. El primero de ellos en preparatoria, consistió en la creación de una tostada fortificada con moringa y chía.
“Buscábamos que a través de un alimento de consumo común, pudiéramos proveer nutrientes esenciales que no agregamos a nuestra dieta, tal vez por desconocimiento o por falta de oportunidad”, comentó. Después, con apoyo de otro compañero de escuela creó un generador de dietas digitales.
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Fuente: Programa ASES, 10 años de formación de jóvenes científicos